El
10 de octubre de 1911 se produce el Levantamiento de Wuchang,
rebelión contra la dinastía Qing en la actual ciudad de Wuhan, que
provoca la Revolución de Xinhai, que acabará con el derrocamiento
definitivo del último emperador Qing, Puyi, en 1912.
El
líder revolucionario chino Sun Yat-sen. Aunque Sun llega a ser
nombrado Presidente de la República de China, el país se encuentra
dividido, dominado por dirigentes locales, y llega a un acuerdo con
el destacado militar Yuan Shikai, que controlaba los restos del
ejército Qing en el norte, para que éste sea presidente.
La
ambición de Yuan Shikai, que llegaría a autoproclamarse emperador
en 1915, hace crecer la oposición a éste. China se encontraba aún
dividida, y Sun Yat-sen vuelve del exilio para instalarse en Cantón,
desde donde dirige el Kuomintang, el partido político que él había
fundado. En Cantón, Sun Yat-sen funda la Academia Militar de
Whampoa, en la que se formará el ejército que, bajo el mando de
Chiang Kai-shek, sucesor de Sun Yat-sen al frente del Kuomintang,
conseguirá conquistar gran parte de China y establecer en Nankín la
capital de la República de China, cumpliendo la ambición de Sun
Yat-sen.
Chiang
Kai-shek se convierte en presidente de la República y, desde el
principio, tendrá que enfrentarse a dos problemas. Por un lado, el
Partido Comunista Chino, a pesar de varios periodos de colaboración
con el Kuomintang, lucha por establecer un régimen comunista. Por
otro lado, el imperialismo japonés presiona a China. En 1931 Japón
conquista Manchuria, y establece allí el estado títere de
Manchukuo. En 1937 el ejército japonés inicia una invasión a
China.
Durante
la invasión japonesa, el gobierno de Chiang Kai-shek abandona la
capital Nankín, ocupada por Japón, y se repliega al interior,
estableciéndose en la ciudad de Chongqing.
Tras
el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, Japón abandona sus
conquistas en Asia, y China recupera Manchuria y Taiwán.
Cuando
parecía que el gobierno de Chiang Kai-shek podría ya lograr
consolidar la estabilidad de la república, el partido comunista
organizó una rebelión armada contra el Kuomintang. Éste se
convierte en una guerra civil total a partir de 1947.
En
contra de las previsiones, los comunistas logran vencer al ejército
de la República. El gobierno del Kuomintang, junto a parte del
ejército y muchos de sus simpatizantes, se va a Taiwán, desde donde
confiaba en poder reconquistar el continente. Esta situación, sin
embargo, acabaría manteniéndose y la República de China continúa
existiendo en la actualidad en la isla de Taiwán.
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